Cómo desarrollar tu capacidad de adaptación al cambio
La adaptabilidad es la capacidad de responder con flexibilidad a los cambios del entorno y adaptarse con facilidad a nuevas realidades. Actualmente es una de las soft skills más demandadas en el mercado.
Charles Darwin lo definió muy bien cuando dijo aquello de que no es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio, la que mejor se adapta.
En la actualidad, la adaptación al cambio resulta más difícil, entre otras razones porque cada día asistimos a un cambio que puede resultar trascendental en nuestro recorrido profesional, laboral y, por supuesto, personal.
La rápida capacidad de respuesta es la clave principal para la adaptación al cambio en el terreno empresarial. ¿Qué hacer para no sufrir y poder vivir tranquilamente esta necesidad permanente de adaptación? Podemos construirla a partir de hábitos y gestos como:
Aprende a cuestionarte
Ante un cambio, nuestra primera reacción es poner en tela de juicio el cambio en sí mismo. Sin embargo, el mejor medio para adaptarse es empezar por cuestionarse todo. Esto no significa renunciar a tus opiniones, sino aprender a entender mejor una situación y por qué nos cuesta adaptarnos a ella…
Controla tus emociones
Salir de la zona de confort produce miedo. Es normal que te sientas perdido. Para vencer este temor empieza a imaginar cómo puedes trabajar de otro modo para proyectarte gradualmente en el cambio.
Practica el positivismo
Una actitud positiva ante la llegada de grandes cambios en el trabajo te ayudará a adaptarte con naturalidad a la nueva situación.
Potencia tu capacidad resolutiva
Ser capaz de solucionar rápida y efectivamente cualquier incidente que pueda surgir durante el desempeño de tus funciones te ayudará a afrontar mejor los cambios.
Sé flexible
Ten una mente abierta y encaja en tu rutina con rapidez los nuevos procedimientos o herramientas de trabajo.
Invierte en formación
Aprender es un proceso continuo de readaptación de los conocimientos propios. Implícitamente, estamos entrenando una mirada abierta hacia los cambios.
Reconoce los escenarios de cambio
Identifica en qué consisten dichos cambios y qué posibilidades tienes de adaptarte a ellos.
Conoce al máximo el nuevo escenario
La adaptación al cambio depende sobre todo de cuánto sepamos del nuevo contexto. Para adaptarnos, antes debemos saber a qué nos adaptamos.
Aprende a equivocarte
En el proceso de adaptación, en ocasiones puedes equivocarte. Acepta que algunas circunstancias no dependen de ti y permítete el derecho a equivocarte.
Pide feedbacks
Adaptarse al cambio no es fácil y lleva su tiempo. Necesitas probar nuevas maneras de actuar. Pide opinión a quienes te rodean para detectar lo que funciona y lo que debes mejorar.