Humanismo digital: situar a la persona en el centro del cambio, por Luis Pardo, Executive Vice President, CEO Sage Iberia

Humanismo digital: situar a la persona en el centro del cambio, por Luis Pardo, Executive Vice President, CEO Sage Iberia

Confluyen en el panorama empresarial actual dos tendencias clave: la imparable transformación digital y la concepción de la empresa como espacio para el desarrollo personal y profesional.

El humanismo digital no solo es el punto de encuentro entre ambas corrientes, sino que es la forma de implementarlas sin relegar a un segundo plano el activo intangible más valioso que tienen las organizaciones: las personas.

Cuando nos enfrentamos a etapas de transformaciones como esta, no debemos pensar en las limitaciones, sino en la capacidad de adaptación.

Recuerdo cuando en 2012 me incorporé como director general de Customer Experience para Europa en las oficinas de Sage en Londres. Debía fomentar las sinergias entre todos los países e integrar una política de gestión común en todos ellos. La formación, entender la idiosincrasia de cada mercado, y la comunicación fueron la clave del proceso de cambio.

Lo mismo sucede con la transformación digital. Este proceso no significa instalar herramientas digitales, ya que la tecnología por sí misma no es impulsora del cambio ni generadora de valor. Son las personas, con su conocimiento, liderazgo y capacidad de toma de decisiones, quienes tienen el verdadero poder para transformar digitalmente la cultura corporativa.

Las compañías debemos generar riqueza, es la principal misión que nos encomienda la sociedad, y las herramientas de productividad y optimización de procesos son útiles y necesarias para elevar la rentabilidad. Sin embargo, es imperativo que nos concienciemos de que el uso que debemos hacer de la tecnología debe centrarse en la persona y esto implica, en primer lugar, formación y, en segundo, comunicación: formación para empoderar al empleado en el uso eficiente de las herramientas a su alcance y comunicación para gestionar y sortear su resistencia al cambio.

Las tecnologías de la información han abierto nuevas vías de comunicación entre las personas que se han extrapolado a la forma en la que las empresas hablan con sus clientes y equipos de trabajo. El correcto uso de las TIC en la comunicación corporativa es fundamental para no caer en el peligro tecnológico del individualismo y, además, puede constituirse como un valor diferenciador en la construcción de la identidad empresarial.

Mientras que la tecnología es un medio, el humanismo digital es el fin. Significa dar voz a cada empleado gracias a las nuevas vías de comunicación, permitir la descentralización del puesto laboral, facilitar la conciliación y la movilidad y mejorar la experiencia colaborativa de trabajo.

Humanismo digital es sinónimo de utilizar las tecnologías que están a nuestro alcance como medio integrador del talento y, por tanto, de potenciar el bienestar laboral, un aspecto clave en la lista de posibilidades que los líderes empresariales no deben olvidar en pos de la cuenta de resultados.

En definitiva, no debemos digitalizarnos, debemos transformarnos digitalmente. La tecnología no transforma empresas, el humanismo digital lo hace. Debemos dar valor a las personas que usan la tecnología, situarlas en el centro y ponerla a su servicio.

La revolución digital está aquí para hacer nuestras vidas más fáciles sin perder lo que somos: humanos. No olvidemos humanizar la tecnología y tecnificar el humanismo.

 

Luis Pardo
Cuenta con una dilatada experiencia en cargos de máxima responsabilidad en la compañía y en otras multinacionales, que le dotan de una visión panorámica de los retos de la digitalización.