¿Eres un buen líder?

El liderazgo es la capacidad de influir, pero también de motivar, persuadir, impulsar, atraer y proponer para llevar a la acción a grupos y sociedades. Pero ¿cómo lo hacen? ¿Qué herramientas utilizan?

Para empezar, hay que tener claro que no hay reglas rígidas de liderazgo, cada persona tiene que desarrollar su propio estilo. Sin embargo, estas son algunas pautas que distinguen a los líderes y que pueden llevarte por el camino del éxito:

 

Aprendizaje continuo

Un líder es consciente de que no lo sabe todo: su curiosidad es insaciable y su formación, continua. Es más, los nuevos modelos de colaboración le obligan a estar al tanto de las novedades tecnológicas y cómo aplicarlas a su marca, así como a conocer los medios digitales y sus herramientas, para ser capaz de decidir cuáles aplicar.

 

Contextualización y mirada fresca

Tienen una visión estratégica y abierta, una mirada fresca para enfrentarse a cada situación, sabiendo que lo que funciona en un caso no tiene por qué hacerlo en otro. Es decir, no tiene la mirada de túnel cerrado, sino una mente abierta capaz de innovar.

Empatía

La inteligencia emocional de un líder es igual de importante que la racional. Un buen líder sabe lo que le pasa a su equipo y es capaz de ponerse en su lugar, ayudando a solucionar sus problemas en la medida de lo posible. En este sentido, las jerarquías de empresas son cada vez menos rígidas para favorecer esa comunicación.

Confianza 

La confianza es la base de las relaciones sanas. Un líder se gana la confianza de las personas que le rodean a través del tiempo y, actuando con honestidad —incluso ante los escenarios y situaciones más complejos—, no defrauda a los demás.

Amabilidad y persuasión

Un líder trata con respeto a todas las personas con las que interactúa. Su equipo le sigue no por control, sino por persuasión, porque cree y confía en su líder. Él inspira a los demás y luego deja el camino abierto para que sus colaboradores puedan hacer su trabajo. Consiste en influenciar, apoyar y orientar.

Motivación

Motivación y liderazgo no solo van de la mano, sino que son la clave del éxito de las organizaciones. Un líder no solamente es capaz de determinar los objetivos y visualizarlos, también transmite pasión, hace partícipe a su equipo y genera un sentimiento de objetivo común. Sabe premiar y reconocer el esfuerzo, incluso en caso de error.

Comunicación e intervención activa

Un buen líder no interviene solo cuando hay un problema que resolver, es capaz de identificarlo, anticiparse y crear los grupos de trabajo más idóneos para el planteamiento de las soluciones.

Gestos de comunidades

Muy ligado con lo anterior, cuando los equipos de trabajo trabajan de manera sólida, los resultados son asombrosos. Esto lo sabe un buen líder y lo potencia, convirtiéndose en un moderador e impulsor de las soluciones, en coordinación con sus equipos de apoyo. El líder es capaz de generar nuevas reflexiones y métodos de trabajo e impulsar los cambios dentro de un clima democrático y participativo.